Lama Karma Chötso comenzó a estudiar y practicar el linaje Kagyu del budismo tibetano en marzo de 1982, después de conocer a Dorje Chang Kalu Rinpoche en la ciudad de Nueva York y recibir el empoderamiento de Kalachakra. De 1986 a 1980 Lama Karma Chötso realizó el retiro de tres años y tres meses, un retiro de meditación celebrado en estricta reclusión.
Lama Karma Chötso ha practicado el Buddhadharma durante 40 años. Estudió Madhyamaka bajo la guía de Khenpo Tsultrim Gyamtso Rinpoche durante muchos años, lo cual se refleja en sus enseñanzas.
Después de completar el retiro de tres años y tres meses, Lama viajó por Asia en peregrinación a los lugares sagrados budistas y más tarde llevó a sus estudiantes a viajes para visitar monasterios y sitios en India y Nepal. Permaneció en el monasterio en el estado de Nueva York durante unos años después de terminar su retiro; posteriormente Lama se mudó al sur de la Florida a fines de 1996, donde comenzó el primer centro Kagyu en Hollywood, Florida, en 1997.
A finales de los años 90, Lama Karma Chötso visitó el Perú para enseñar. Allí, se fue formando una comunidad en torno a su guía y a principio de los años 2000, la familia Lara González construyó un espacio en su residencia que se convirtió en nuestro Lhakhang.
Aun cuando su salud la obligó a suspender sus visitas por algunos años, Lama Karma Chötso no abandonó a su Sangha peruana, dejándola en las cualificadas manos de Lama Chönam.
Alrededor del año 2010, Lama reanudó sus visitas al Perú y en el 2013 consagró la tierra para la construcción de la Gran Estupa de la Reconciliación, en Lamas, San Martín.
Desde entonces, Lama Karma Chötso ha seguido enseñando a sus sanghas de Miami y Perú, además de diversos centros en el continente Americano.
En el 2018, Lama organizó un primer viaje con sus estudiantes a Himachal Pradesh, en India, para recibir enseñanzas y transmisiones de Tai Situ Rinpoche. Esta actividad se repitió al año siguiente y solo fue suspendida por la pandemia, sin embargo, la conexión entre Lama Karma Chötso, sus estudiantes y Tai Situ Rinpoche sigue rindiendo frutos en la práctica y todos aspiramos a reanudar esos viajes.